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Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios

(1889)
Francisco de Paula Oliver

Edificio ecléctico con influencia del Románico Italiano, muestras del Quatroccento y posibles pinceladas del Bizantinismo. Consta de planta basilical de una sola nave con presbiterio en la cabecera de menor altura que el cuerpo princi­pal de la iglesia y cubrición a dos aguas.
La esbelta fachada está enmarcada con pi­lastras decoradas con puerta de arco de medio punto a su acceso, cubierto por una triple ar­cada en el segundo cuerpo y rosetón en el tra­mo tercero, coronado el conjunto un frontón triangular con cruz superior. Desde el tramo tercero, arrancan dos torres de base cuadra­da y octogonales en su centro que culminan con cúpulas bulbiformes de tejas esmaltadas.
Originalmente decorada con lienzos de Ussel de Guimbarda. Tradicionalmente se atribuye el proyecto de la Iglesia del Cementerio a Carlos Mancha, aunque fue Francisco de Paula Oliver quien ejecutó la obra, modificando sustancial­mente el primitivo diseño.
El edificio de la iglesia del Cementerio de Nuestra Señora de los Remedios tuvo un di­seño inicial realizado por el autor de los planos del camposanto, el entonces arquitecto muni­cipal Carlos Mancha. Sin embargo, la autoría de la construcción definitiva correspondió al cartagenero Francisco de Paula Oliver, quien trabajaba en ella en el año 1889, uno después del fallecimiento de Mancha. Es un edificio de estilo ecléctico que presenta motivos toma­dos del románico italiano y del Quatroccento, así como otros, menos perceptibles, del arte bizantino. La fachada, se articula en torno a un eje central enmarcado por pilastras deco­radas, que se divide en tres calles. En la central, y en el primer cuerpo, se encuentra la puerta de acceso, solucionada con un arco de medio punto. En el segundo, muestra una triple ar­cada y, en el tercero, un rosetón coronado por frontón triangular sobre el que se alza una cruz.
A ambos lados del eje central de la fachada se elevan sendas torres cuadrangulares, aunque octogonales en su cuerpo central, rematadas por cúpulas bulbiformes. Los muros laterales se articulan por medio de contrafuertes entre los que se sitúan arcos de medio punto para la iluminación interior (PEREZ ROJAS, 1986 y MORENO ATANCE, 2005) En el interior, con planta basilical de una sola nave y presbiterio en la cabecera con menor altu­ra que el cuerpo de la iglesia, debido a que el proyecto inicial tuvo que reducirse en tamaño debido a los impedimentos económicos de la Junta del Cementerio, se conservan varias obras artísticas de importancia. En primer lu­gar la Virgen de los Remedios, escultura que se custodia en un retablo de estilo neoclásico, del que ignoramos tanto el diseñador de las trazas como el autor material y la fecha de construc­ción, constituido por dos cuerpos laterales con columnas corintias que, más adelantados que el resto del conjunto, enmarcan el camarín al tiempo que sostienen un entablamento sobre el que, en el ático y a diferentes alturas, se al­zan urnas y, en el centro, el anagrama de la Virgen orlado por una corona floral y nimbado con rayos. La imagen fue restaurada en 2011 y el proceso permitió descubrir que se trataba de una obra del valenciano José Esteve Bonet fechada en 1786. A ambos lados del muro que separa la nave de la iglesia del ábside y sobre el arco de medio punto que cierra el mismo se disponen tres cuadros de grandes dimen­siones ejecutados al óleo sobre lienzo por el pintor hispano-cubano Manuel Ussel de Guim­barda y Malibrán, autor de una larga produc­ción pictórica para Cartagena. A la izquierda del espectador aparece el Bautismo de Jesús (300 x 150 centímetros) datado según García Alcaraz, biógrafo de dicho artista, en torno a 1894. A la derecha encontramos la Virgen del Carmen con las Ánimas (300 x 150 centíme­tros), realizado al mismo tiempo que el ante­riormente descrito y que presenta dos planos bien diferenciados, incluso en las técnicas utilizadas para ejecutar este óleo sobre lienzo.
Así, la zona inferior está dedicada a las ánimas del purgatorio, que aparecen envueltas en el sufrimiento de las llamas y adoptan posturas de súplica hacia el plano superior, donde aparece representada la Virgen del Carmen rodeada de ángeles e intercediendo por aquellas. La figura de ésta fue plasmada por Ussel de Guimbarda en una composición piramidal, sentada con el Niño Jesús en su regazo y sosteniendo éste el escapulario. Finalmente, sobre el arco se dis­pone la Santísima Trinidad, contemporáneo de los anteriores y realizado igualmente en óleo sobre lienzo (280 x 190 centímetros). En la pa­red lateral derecha de la nave se encuentra un Crucificado de tamaño inferior al natural que fue restaurado paralelamente a la Virgen de los Remedios. En el vestíbulo de entrada, a la izquierda, se conserva uno de los dos altares realizados en 1904 por Ussel de Guimbarda y los talleres de carpintería y talla de Andrés Pla­zas para ubicar en los laterales del ábside del altar mayor (ORTIZ MARTÍNEZ, 2018).