Sigue el esquema compositivo del cercano dedicado a los caídos por Dios y por España, aunque en este caso también se ubican en la parcela, junto a los enterramiento en la cabecera como sucede en el citado, una serie de fosas de suelo situadas a ambos lados de la misma. En este caso el valor artístico tampoco es muy elevado ya que, al margen de las anclas de piedra artificial que limitan el frente de la parcela –y que en su día debieron estar unidas por algún tipo de cerramiento, caso de una cadena o un elemento similar– y la metálica que adorna el centro de la misma, la ornamentación se reduce al altar de mármoles grises y blancos situado al fondo del conjunto y en el que la única concesión escultórica es un pequeño crucificado de nulo valor debido a sus evidentes desproporciones anatómicas (ORTIZ MARTÍNEZ, 2018).