Panteón con cripta inferior (bajo rasante) y acceso a la misma en forma de monumento en la planta baja. Se accede a la zona destinada a inhumaciones (cripta) mediante una escalera de doble tramo enmarcada en la planta baja por la construcción que da acceso al panteón, un acceso que se realiza a través de un arco de dorso rebajado, enmarcado en molduras con motivos decorativos y coronado por un frontón triangular decorado con motivos clásicos. En la fachada se simula un falso almohadillado de sillares.
Un pequeño elemento arquitectónico de estilo neoclásico, el lucernario, ilumina y ventila (aunque de manera muy pobre) el espacio destinado a enterramientos bajo el suelo.
Este panteón, hoy en un precario estado de conservación, muestra los rasgos clasicistas propios de las obras de Carlos Mancha y Francisco Requena.