Esta hilada de panteones, entre los que se encuentra el de Antonio Martínez Bernal, fueron ejecutados en los primeros años de funcionamiento del camposanto. Curiosamente no se encuentran en el eje bulevard del cementerio aún siendo de la misma época que los que se erigieron allí y de características constructivas similares. Conforman, junto con la parcela de San Juan Bautista, la línea de cerramiento que acotaba el camposanto, en su origen, en orientación oeste.