Para Eduardo Picó (uno de los fundadores del cementerio y segundo presidente de la junta del mismo) y su hermano Benito se erigió en 1868 este panteón con elementos neogóticos, tales como la entrada en arco apuntado, el rosetón sobre ésta y los muros laterales con arcos ciegos apuntados en ligero resalte sobre un zócalo.
Erigido en el centro de la parcela atravesando ésta de parte a parte, el resto de la misma está limitado por una verja en la que Moreno Atance ha visto paralelismo con las que Mancha diseñó para el primer proyecto que realizó con destino a los pabellones de entrada del camposanto cartagenero. También señaló dicha autora, acertadamente, como este modelo sirvió para la realización de otros panteones, de piedra, que existen en el cementerio y que se caracterizan por su gran sencillez tanto en el diseño como en el aspecto decorativo (MORENO ATANCE, 2005; ORTIZ MARTÍNEZ, 2018).