Conjunto de panteones donde destaca en primer lugar el construido por la familia Valcárcel en piedra gris. Se trata de un panteón con cripta subterránea cuya fachada se articula en base a tres arcos, cerrados con rejería metálica, de los cuales el central es de medio punto y los laterales escarzanos. La decoración, de gran sobriedad, se reduce a una especie de pilastras incisas en los intercolumnios y a la cornisa, donde se recoge el nombre de la familia propietaria, sobre la que se alza, sostenida por dos apeos a base de las características volutas desplegadas que tanto emplearon Mancha y Requena, una cruz. Pese a los parecidos formales de la arquitectura de este panteón con la realizada por los citados artistas, carecemos de base documental o estilística para hacer una atribución con plena seguridad.
PANTEÓN FAMILIA ABRIL
Junto al panteón Valcárcel se encuentra, también construido a base de piedra gris, el de la Familia de Abril, fechado en la reja que cierra el acceso en el año 1871. Su fachada se encuentra en la actualidad destruida parcialmente, aunque es una obra que debería ser restaurada y mantenida en su aspecto original. Destaca de ella su carácter neogótico, tan del gusto de la arquitectura funeraria del momento debido a su aire romántico y a su vinculación directa con el cristianismo, con arco apuntado y pináculos en los laterales de la citada fachada.
PANTEÓN DE LA FAMILIA URRUTIA Y ROS
Pese a la pesadez de las ménsulas que sostienen la cornisa y del frontón que remata el conjunto, así como la escasez de habilidad artística en las coronas de flores que se sitúan, como única ornamentación escultórica, bajo las citadas ménsulas, es una obra que se adapta muy bien al paisaje arquitectónico de la zona de la explanada o terraza de la iglesia, siendo preocupante, como en el caso del Panteón Abril, el estado de conservación y abandono que presenta (ORTIZ MARTÍNEZ, 2018)