Este sepulcro se erigió para sepultura a Caridad Meseguer, una de las 10 víctimas mortales del accidente sufrido por una de las embarcaciones participantes en el festejo de la Velada Marítima el 25 de julio de 1972. El trabajo fue encargado al escultor murciano Antonio García Mengual, vinculado con sus obras al mundo de las cofradías de Cartagena, al igual que el padre de la finada, José Luis Meseguer Jorquera, quien llegaría incluso a encargar algunas obras de imaginería en madera policromada con tal destino al artista de Espinardo (ORTIZ MARTÍNEZ, 2005). Los motivos decorativos se centran en la figura de la bailarina, en mármol blanco, que se sitúa en el centro de la parcela y en otros de carácter pasionario como el Crucificado que preside el muro aplacado con losas de mármol melado que, a modo de simbólico retablo, cierra el conjunto (ORTIZ MARTÍNEZ, 2018).